Angeles y Demonios de San Valentín Este año me sorprendió y por San Valentín nos fuimos a Roma, también conocida como La Ciudad Eterna.Yo era la primera vez que iba, mientras que mi mujer venía bastante por asuntos de negocios. Así que nos vino bien que ella conociese la ciudad. El primer día fue maravilloso, el viaje fue corto y al llegar dimos un paseo por el centro y comimos en una trattoria una pasta riquisima y un vino que tampoco se quedaba atrás. Después fuimos, al Ponte Milvio, un puente al norte de la ciudad dónde los enamorados ponen un cadado en señal de su amor. Y ahí fue donde sellamos nuestro amor eternamente. Al caer la noche cenamos en el Trastevere, nos tomamos una copa y fuimos al hotel a follar. Fue un polvo como otro cualquiera, pero estabámos en Roma. Hacerlo en una ciudad mágica pareció no influir mucho en nuestra relación sexual. A las tres y media de la madrugada me desperté y Nancy no estaba a mi lado. No le di mucha importancia y...