Angeles y Demonios de San Valentín
Este año me sorprendió y por San Valentín nos fuimos a Roma, también conocida como La Ciudad Eterna.Yo era la primera vez que iba, mientras que mi mujer venía bastante por asuntos de negocios. Así que nos vino bien que ella conociese la ciudad. El primer día fue maravilloso, el viaje fue corto y al llegar dimos un paseo por el centro y comimos en una trattoria una pasta riquisima y un vino que tampoco se quedaba atrás. Después fuimos, al Ponte Milvio, un puente al norte de la ciudad dónde los enamorados ponen un cadado en señal de su amor. Y ahí fue donde sellamos nuestro amor eternamente. Al caer la noche cenamos en el Trastevere, nos tomamos una copa y fuimos al hotel a follar. Fue un polvo como otro cualquiera, pero estabámos en Roma. Hacerlo en una ciudad mágica pareció no influir mucho en nuestra relación sexual.
A las tres y media de la madrugada me desperté y Nancy no estaba a mi lado. No le di mucha importancia y seguí durmiendo. A veces sueño cosas que parecen reales. Cuando me desperté ella estaba ahi de pie, ya vestida casi lista para ir a desayunar. "Buenos días dormilón" A Nancy siempre le encantó los desayunos de los hoteles. Se empeña en ir a hoteles de 4 estrellas porque dice que los desayunos no saben igual, que al final, la calidad se paga. Para mi da igual, me despierto un poco desubicado siempre y solo necesito una taza de café. Pero a ella parece importarle, así que con eso es suficiente.
Ese día fuimos al Colosseo y al foro Imperial, es enorme todo aquello. Nos recorrimos prácticamente toda la ciudad a pie. Al caer la noche fuimos a cenar a una pizzeria napoletana. No exagero si digo que fue la mejor pizza que he comido nunca. En España las pizzas son totalmente distintas, están ricas, pero no tanto. Después nos fuimos al hotel, esa noche no tuvimos sexo, me dijo que estaba cansada y que no le apetecía. Yo tenía ganas la verdad, pero para qué insistir, si fuese el caso contrario no me apetecería que me forzaran.
Como la noche anterior, me desperté sobre las tres, con ganas de ir al baño. Al volver a la cama me dí cuenta que Nancy no estaba. Me puse nervioso, ¿dónde cojones estaba Nancy? Ayer no le di mucha importancia, pensé poco más que era un sueño o que podría ser cualquier cosa. Miré por la habitación y bajé al bar del hotel. Nancy no estaba por ningún lado. Pregunté en recepción y me dijeron que se había marchado alrededor de las dos. Le pregunté también por la noche anterior y me dijo que había vuelto sobre las 7 en un Mercedes negro. Cinco horas fuera en Roma, donde viene siempre por trabajo. Estoy pensando en todas las posibles opciones y la única que explica todo es que me esta poniendo los cuernos. Pero es imposible, Nancy nunca haría una cosa así.
Como no sabía que hacer, volví a la habitación y me hice una paja. No la disfruté mucho, fue una paja más por compromiso que por complaciencia. Poco me duró la diversión. Al correrme lo tuve claro, me estaba poniendo los cuernos, no había otra. Cogí el anillo que le iba a regalar por San Valentín y me fui al bar a tomarme un copazo de Ron, no me apetecía otra cosa. Bajé y me senté en la barra mirando el anillo. La escena parecía sacada de una peli mala de Hollywood.
En la tercera copa una chica se me acercó, era Rusa y me preguntó si estaba solo y si se podía sentar a beber conmigo. Asentí. Me habló un poco de comentó que le encantaba Italia y que venía siempre que podía, que no le importaba venir sola, así también podía conocer gente interesante. Yo le dije que estaba teniendo una noche horrible y que igual no era la compañía que necesitaba. Me respondió que no dijera eso, que se lo estaba pasando bien y se ofreció a ayudarme si podía. Esas palabras tuvieron un alto carácter sexual, todos lo notamos, yo más porque además me puso su mano en la pierna. ¿Cómo podria resistirme a semejante propuesta en semejantes circunstancias?
Subimos a su habitación, En el ascenson nos empezamos a besar y a tocarnos por todas partes, esas situaciones me ponen a mil. Al llegar me tiró sobre la cama. Me quedé allí inmovil mientras ella se desnudaba para mi. Con la chaqueta puesta no lo parecía, pero tenía unas tetas bastante grandes. Cuando lo descubrí me puse aún más cachondo. De cara era normal, pero tenía un cuerpazo alucinante. Después se quitó la falda enseñandome el culo y ahí ya no me pude resistir más. La abraze por detrás mientras le agarraba las tetas y le besaba el cuello. Mi polla estaba durísima contra su culo. Estuvimos un rato jugando así mientras nos tocábamos mutuamente, a ella parecía gustarle. Al poco tiempola agarré del pelo y acerqué su cabeza a mi polla. Me dijo que tenía una buena polla y empezó a chupármela. Empezó por la punta y poco a poco fue bajando hacia los huevos, lo hacía realmente bien, parecía tener práctica. De vez en cuando le cojía la cabeza y le follaba la boca. Casi me corro en su boca, así que paramos y me dijo que era su turno. Se tumbó en la cama y yo la acompañé, la empecé a besar mientras la tocaba con mi mano. La acarecié suavemente y después introduje mis dos dedos dentro. Estaba ya mojada, bajé mi cabeza y usé un poco mi boca. Acaricié su clitoris con mi lengua y al poco tiempo le dije que la iba a follar, ya no podía aguantar más.
Se la metí, así como estábamos, el típico misionero. Cuando lo hice soltó un pequeño jadeo, señal de que empezábamos bien. Empecé despacio, como a mi me gusta, poco a poco. Que fuese sintiendo mi polla bien dentro de su cuerpo. Cuando subí el ritmo me preguntó si me había puesto un condón, le dije que no y la seguí follando mientras le agarraba sus tetas. Se separó y me hizo ponerlo, ya me había cortado el ritmo...Me lo puse y le dije que quería a cuatro patas, le gustó la idea y se puso en posición. Mojé mis dedos y se los metí un poco para calentarla. Después volví a metersela y empecé a darle ya duro, a perrito no me puedo contener. Ella empezó a gemir, !cómo para no hacerlo! Me encanta esta postura, sus tetas estaban botando mentras la follaba, eso me puso a mil, las agarré y me acerqué a besarle el cuello. Estaba cachondísimo. Le empecé a dar lo más duro que podía, ella gemía y gemía, ¡joder!. Al minuto me corrí en el condón, y ya bajé el ritmo hasta que se me puso blanda.
¿Ya está? me preguntó. Me tiré en la cama y asentí. Pareció un poco decepcionada y se empezó a tocar. Yo me quedé un rato en la cama reflexionando sobre lo que había ocurrido. Estaba confuso. Le dije a la rusa que me tenía que ir y volví a la habitación. Nancy aún no había llegado, así que me dormí, ya lo arreglaría mañana. De todas formas la culpa era suya, sino me hubiera puesto los cuernos nunca se me habría ocurrido hacer algo así.
¡Felíz San Valentín cariño! Me despertó Nancy, llevo toda la semana esperando este día. Yo aún estaba un poco dormido. Me contó que durante todas las noches estuvo preparando mi regalo con su amigo Marco, del trabajo. Un paseo en barco por el tevere mientras comemos, cine a ver la ultima de Nani Moretti y después pasar la noche en las Termas de Roma con un Spa, donde me daría el regalo final. Parecía muy emocionada. ¡Felíz San Valentín cariño! le respondí.
Bohemianlove
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