Es verano, y todos sabéis que en verano todo está más caliente. La gente va con menos ropa y la imaginación se desata. Es época perfecta para el amor libre y despreocupado.
Me han llamado mis amigos para ir a la piscina de uno de ellos por la tarde, en plan colegas, a beber unas cervezas y darnos un baño. Les he dicho que no. Hoy estoy muy salido y tengo unas ganas irrefrenables de follar, así que se me ocurrió ir a una playa nudista, a ver si encontraba una mujer guapa que quisiera divertirse conmigo.
Llegué a la playa nudista y no había mucha gente, todavía era temprano. Estiré la toalla, puse la sombrilla y fui a dar un paseo para ver lo que había por allí. La mayoría estaban en la toalla tomando el sol y había solo un par de parejas que estaban paseando, al igual que yo, por la orilla del mar. Había un grupo de tres amigas jóvenes que parecía que se estaban riendo de un hombre que estaba empalmado. Era un hombre de unos 50 años que estaba tomando el sol boca arriba y tenia toda la polla dura hacia arriba, y no era precisamente pequeña. Yo diría que le medía unos 22cm.Al acabar de reírse, las tres amigas fueron hacia el viejo, y después de asegurarse que estaba bien dormido, se sacaron un selfie con él. No sé como el señor no se despertó con el ruido que hicieron las chicas. Fue bastante gracioso verlo. Las chicas eran bastante guapas.
Después de ver esta pintoresca situación, caminé un poco más y volví a la toalla. Decidí dormir la siesta un rato, a ver si cuando despertara había más gente. No había muchas chicas que estuvieran solas y que fueran algo guapas para hablar con ellas, así que no tenía otra cosa que hacer.
Estaba soñando con una chica realmente preciosa que me decía que quería ser mi gatita, cuando de repente oí unas voces y me desperté. ¡Eran las chicas de antes de antes que se estaban sacando una foto conmigo! las vi y me empecé a reír. Luego me miré el pene y ellas se empezaron a reír y yo me calle. Mis mejillas se habían puesto rojas se repente sin que yo les dijera nada.
Les pregunte quienes eran y que estaban haciendo. Una de ellas era Cristina, tenia 23 años y estaba estudiando psicología, era su ultimo año, era bajita, morena y tenía los ojos verdes. Sus tetas eran bastante grandes en relación con su estatura, no sé como no me había fijado antes en sus tetas, eran enormes. Otra era Patry, 22 años como yo, y trabajaba de dependienta en una tienda. Era muy guapa, rubia de ojos azules y tenía unos labios preciosos, me dieron ganas de mordérselos. Y la última era Andrea, era la única de las tres que tenía novio, tenía 22 años también y estaba trabajando de camarera en un hotel. Era bastante guapa, rubia con los ojos marrones y el corte de pelo de cleopatra. Me dijeron que les divertía sacarse fotos en la playa nudista con hombres durmiendo y que si además estaban empalmados no podían resistirse. Eran muy simpáticas.
Patry, que era la más fogosa de las tres, me dijo que tenía una buena polla y yo le dije que estaba sin dueña y nos empezamos a reír todos. Después Cristina me dijo que nunca se había follado a un hombre con la polla más grande que yo. Yo le dije que hoy era su día de suerte y le guiñe un ojo. Sí, ya había soltado la caña, esta era mi oportunidad para follarme a una de estas dos. Empezamos a hablar de sexo, de nuestras fantasías, de los lugares más raros donde habíamos follado y todo eso. La que más me sorprendió fue Andrea que había follado en todos los McDonalds de Barcelona, con su actual novio, al que nunca le había sido infiel. La cosa se puso caliente y Cristina y Patry se pusieron una a cada lado mio y me empezaron a tocar las piernas. Andrea estaba enfrente mía riéndose. Patry le guiño el ojo a Cristina. No me había dado cuenta, pero estuve todo el rato empalmado. Ellas sí.
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