Estaba empalmado. Tenía a Patry a un lado y a Cristina a otro. Sin olvidarme de Andrea que estaba enfrente mía y no paraba de reírse. Pero tenía novio. Mis opciones eran las otras dos, así que tenía que concentrarme más en ellas. Las dos parecían interesadas en mí. las dos me estaban tocando la pierna, las dos me ponían muy cachondo. ¿La rubia o la morena?
"Ya no aguanto más" dijo Patry. "Vamos". Me cogió de la mano y fuimos al baño de la playa, Cristina y Andrea también vinieron. Llegamos al baño y Andrea lo cerró de manera que no pudiera entrar nadie. Había una silla y Cristina me dijo que me sentará alli y que me quedara quieto. Y eso hice. Andrea se sentó en el lavabo muy cerca mía, con su sonrisa característica.
Patry y Cris se empezaron a besar enfrente mía, un beso muy sensual. Se notaba la diferencia de altura, Patry era bastante más baja. Rápido se convirtió en un beso salvaje, sus lenguas salieron de sus cuevas y empezaron a jugar, sus brazos recorrían el cuerpo de su pareja, empezaron a besarse el cuello, las tetas y sus manos ya se habían estacionado en el culo aunque iban avanzando inevitablemente hacia el coño, como si de un agujero negro se tratase y no tuviesen escapatoria.
Inconscientemente me estaba masturbando en la silla. Aunque no era el unico, Andrea me estaba imitando. Patry cogió la escobilla del wáter y empezó a masturbar a Cris que estaba tirada en el suelo abierta de piernas encima de la toalla de playa. Podía ver su coño perfectamente, como le entraba hasta el fondo y ver su cara de placer. Tenía una visión privilegiada. Cambiaron de posición y Patry se puso en el lavabo enfrente de Andrea y Cristina detrás con la escobilla masturbándola. Tenía el coño más pequeño y parecía que disfrutaba más con la penetración de la escobilla. O por lo menos gemía más. Que cachondo estaba.
Esos gemidos entraron en mi cerebro y activaron mi lado salvaje. Ya no podía más. Me levanté, le quité la escobilla a Cristina y le metí mi polla a Patry con todas las ganas del mundo. ¡Menudo grito soltó! Rápidamente giro la cabeza y me sonrió. Andrea también se estaba riendo. "No te podías estar quieto" me susurró al oído Cristina. Eso me puso mas cachondo y empecé a folllarme más fuerte a Patry, mientras Cris me estaba comiendo el cuello, la oreja y todo lo que se encontraba en su camino. No os imagináis el ruido que hacía la psicóloga. Mientras se la metía manoseaba sus increíbles tetas, nunca había tocado unas tan grandes, y parecía que a ella le gustaba. Después Cristina me cogió la polla, y me susurró al oído: "Haz que me corra", y saltó encima mía. Empecé a follarla de pie, tal como saltó. La follaba mientras nos besábamos, me encantan sus labios. La inercia nos llevó contra la pared, que hizo más fácil la penetración. Me encanta esta postura. Estar cara a cara con ella, ver como disfruta, ver como gime, besarla, morderla. "Ya falta poco, vamos".
Entonces la agarré fuerte y la lleve a la toalla, y con mi polla todavía en su interior la tumbé boca arriba y la seguí follando. Patry se unió y se sentó en la boca de Cristina, que le iba comiendo el coño con sus preciosos labios. Ya me quedaba poco para correrme. "Prepárate Cristina" le grité. Le abrí bien las piernas y empecé a follarla con todo lo que me quedaba. Ella estaba gimiendo. Todo lo fuerte que podía. Los gemidos se convirtieron en gritos. Lo había logrado. Se estaba corriendo. ¡Y joder, cómo se corría! La toalla parecía una bañera. Le saqué mi polla y Patry empezó a chupármela, no podía aguantar mucho más. Andrea ya no estaba, no me había dado cuenta. Y Cristina se unió y las dos semi pelearon para tragarse mi leche. Pero tenía leche para las dos. ¡Cómo me corrí, parecía una manguera! Patry y Cristina se estaban besando con mi leche. Eso me puso muy cachondo.
Me senté en la silla para descansar un poco, mientras ellas se lavaban. "Vamos un rato a fumar y ahora volvemos, prepárate para el segundo asalto jiji" dijo Cristina. No sabéis lo que me motivó eso. "Está bien, pero traeros a Andrea, que ya es hora de que sea infiel a su novio" les dije. Ellas se rieron y se marcharon. Normalmente no me gusta que las chicas fumen, pero con estas dos se podía hacer una excepción.
Estaba esperando en la silla pensando en lo bien que me lo había pasado. Me estaba masturbando también, lentamente, realmente lo estaba disfrutando. Pensaba en lo que haríamos después y en como me las iba a follar. ¡Estaba deseando que volvieran! Pero no volvían. Esperé 15, 20, 30 minutos pero no volvían. Que extraño.
Volví a la playa y tampoco estaban. Sus cosas no estaban, las mías tampoco. ¡Esas zorras me habían robado! Se lo habían llevado todo. En su lugar había una nota.
"Ya no aguanto más" dijo Patry. "Vamos". Me cogió de la mano y fuimos al baño de la playa, Cristina y Andrea también vinieron. Llegamos al baño y Andrea lo cerró de manera que no pudiera entrar nadie. Había una silla y Cristina me dijo que me sentará alli y que me quedara quieto. Y eso hice. Andrea se sentó en el lavabo muy cerca mía, con su sonrisa característica.
Patry y Cris se empezaron a besar enfrente mía, un beso muy sensual. Se notaba la diferencia de altura, Patry era bastante más baja. Rápido se convirtió en un beso salvaje, sus lenguas salieron de sus cuevas y empezaron a jugar, sus brazos recorrían el cuerpo de su pareja, empezaron a besarse el cuello, las tetas y sus manos ya se habían estacionado en el culo aunque iban avanzando inevitablemente hacia el coño, como si de un agujero negro se tratase y no tuviesen escapatoria.
Inconscientemente me estaba masturbando en la silla. Aunque no era el unico, Andrea me estaba imitando. Patry cogió la escobilla del wáter y empezó a masturbar a Cris que estaba tirada en el suelo abierta de piernas encima de la toalla de playa. Podía ver su coño perfectamente, como le entraba hasta el fondo y ver su cara de placer. Tenía una visión privilegiada. Cambiaron de posición y Patry se puso en el lavabo enfrente de Andrea y Cristina detrás con la escobilla masturbándola. Tenía el coño más pequeño y parecía que disfrutaba más con la penetración de la escobilla. O por lo menos gemía más. Que cachondo estaba.
Esos gemidos entraron en mi cerebro y activaron mi lado salvaje. Ya no podía más. Me levanté, le quité la escobilla a Cristina y le metí mi polla a Patry con todas las ganas del mundo. ¡Menudo grito soltó! Rápidamente giro la cabeza y me sonrió. Andrea también se estaba riendo. "No te podías estar quieto" me susurró al oído Cristina. Eso me puso mas cachondo y empecé a folllarme más fuerte a Patry, mientras Cris me estaba comiendo el cuello, la oreja y todo lo que se encontraba en su camino. No os imagináis el ruido que hacía la psicóloga. Mientras se la metía manoseaba sus increíbles tetas, nunca había tocado unas tan grandes, y parecía que a ella le gustaba. Después Cristina me cogió la polla, y me susurró al oído: "Haz que me corra", y saltó encima mía. Empecé a follarla de pie, tal como saltó. La follaba mientras nos besábamos, me encantan sus labios. La inercia nos llevó contra la pared, que hizo más fácil la penetración. Me encanta esta postura. Estar cara a cara con ella, ver como disfruta, ver como gime, besarla, morderla. "Ya falta poco, vamos".
Entonces la agarré fuerte y la lleve a la toalla, y con mi polla todavía en su interior la tumbé boca arriba y la seguí follando. Patry se unió y se sentó en la boca de Cristina, que le iba comiendo el coño con sus preciosos labios. Ya me quedaba poco para correrme. "Prepárate Cristina" le grité. Le abrí bien las piernas y empecé a follarla con todo lo que me quedaba. Ella estaba gimiendo. Todo lo fuerte que podía. Los gemidos se convirtieron en gritos. Lo había logrado. Se estaba corriendo. ¡Y joder, cómo se corría! La toalla parecía una bañera. Le saqué mi polla y Patry empezó a chupármela, no podía aguantar mucho más. Andrea ya no estaba, no me había dado cuenta. Y Cristina se unió y las dos semi pelearon para tragarse mi leche. Pero tenía leche para las dos. ¡Cómo me corrí, parecía una manguera! Patry y Cristina se estaban besando con mi leche. Eso me puso muy cachondo.
Me senté en la silla para descansar un poco, mientras ellas se lavaban. "Vamos un rato a fumar y ahora volvemos, prepárate para el segundo asalto jiji" dijo Cristina. No sabéis lo que me motivó eso. "Está bien, pero traeros a Andrea, que ya es hora de que sea infiel a su novio" les dije. Ellas se rieron y se marcharon. Normalmente no me gusta que las chicas fumen, pero con estas dos se podía hacer una excepción.
Estaba esperando en la silla pensando en lo bien que me lo había pasado. Me estaba masturbando también, lentamente, realmente lo estaba disfrutando. Pensaba en lo que haríamos después y en como me las iba a follar. ¡Estaba deseando que volvieran! Pero no volvían. Esperé 15, 20, 30 minutos pero no volvían. Que extraño.
Volví a la playa y tampoco estaban. Sus cosas no estaban, las mías tampoco. ¡Esas zorras me habían robado! Se lo habían llevado todo. En su lugar había una nota.
"Nos hemos divertido mucho, pero te dijimos que te quedaras quieto.
Todos los hombres sois iguales."
Realmente me habían follado. Me pregunto qué parte de lo que me han dicho es cierto. Me pregunto si tendría que haber ido con mis amigos. Me pregunto si ha merecido la pena. Pero lo que realmente me pregunto es qué voy a decirle a mi madre cuando llegue a casa sin llaves y desnudo.
buena follada ;) Soy gay pero en situaciones de esas tambiém me habria calentado jeje
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