DiosaPelirroja
"Soy Natalia, mi mayor objetivo es hacerte alcanzar el cielo… Me considero una chica atrevida, encantadora y extrovertida. Me gusta vivir el día a día siempre como si fuera el último, para mí no existe el límite. Ni los impedimentos. Jamás me dejo abatir por mis problemas, soy 100% positiva. Conmigo los malos rollos no llegan ni a la esquina. Me gusta hacer los sueños realidad, jugar y ser muy morbosa... Me gusta hacerlo con amigos y amigas o en tríos... Me encantan las chicas y los chicos, tengo muy buena imaginación, así que siempre estoy planeando cosas para divertirme. Mi mayor tesoro es ser mujer..."
Asi se define en su blog @diosapelirroja (ahora es rubia, pero igual de guapa), poco más hace falta decir es guapa, sexy, morbosa, tiene un cuerpazo, simpática, un poco friki, un poco loca y una imaginación desbordante. Hace poco colaboré con el blog de esta preciosa webcammer con un relato de tematica friki. Si os gustan los relatos eróticos os recomiendo que os paseis por su blog y le echéis un vistazo. Seguro que mas de uno os excita sobremanera. Es increible el poder de la palabra y de como puede ponernos cachondos si tan siquiera tocarnos, solo con nuestra imaginación y la belleza de la prosa. Os dejo el enlace y mi relato aqui.
El cielo es un lugar precioso
cuando no es real.
“Fue en el instituto, el
último año, cuando le conocí y mi mundo cambió. Yo siempre fui una niña
modelo, una pija como dicen ahora. Él no tenía nada especial, no era
guapo, nunca pensé que me llegaría a gustar un tipo como él. ¿Qué pasó
entonces? Aún me lo pregunto a día de hoy. El amor viene y te sorprende,
y no puedes hacer nada para remediarlo, un “enemigo” contra el que no
puedes luchar, no te puedes defender, no puedes escapar y quedas
expuesta ante el peligro. Y lo único que puedes hacer es disfrutar del
miedo. Del miedo a pasártelo bien, del miedo a los cambios, y del miedo
al futuro. Hay un tipo de placer en el miedo, en el dolor, pero no todos
sabemos encontrarlo.
Tenía 18 años, me
gustaba arreglarme y salir con mis amigas, como a todas las chicas de mi
edad. Aún era virgen, pero me gustaba masturbarme, no lo voy a negar,
no soy de esas. Quería follar pero tampoco quería hacerlo por primera
vez con el primer idiota que encontrase, ya sabéis, tenía esa estúpida
manía de idealizar los primeros momentos de todas las cosas. Me gustaba
bailar, dejarme llevar por la música, pero sin llegar a ser vulgar.
Bueno, que me desvío del
tema. Él llego nuevo de otro instituto en segundo de Bachillerato, es
raro porque nadie se cambia de instituto en segundo de Bachillerato.
Siempre tuvo un halo de misterio a su alrededor, no conocía a nadie y
nadie sabía por qué se había cambiado. Por capricho del destino, se
sentó a mi lado. Se llamaba Lucas, pero todos le llamaban “ELE”, por el
personaje de Death Nothe, tenían un cierto parecido ahora que lo pienso.
Era un friki de esos de los Animes. Me dijo que empezó viendo One Piece
y acabó viéndolos todos. No se en qué punto de la historia me enamoré
de él, pero empecé a ver OP por su culpa y me gustó.
Y lo comentaba con él y cada vez me gustaba más.
Un día que estaba sola
en casa, me atreví con el Hentai, puse uno que me había recomendado
L,por si algún día me apetecía ver alguno de este tipo, aunque yo le
dije que no vería esas guarradas. Cada vez nos llevábamos mejor. Se
llamaba Sexfiends, que iba de dos compañeros de clase que se hacían
pasar por novios por una larga historia pero al final acaban follando
pero sin compromisos, siendo solo amigos. Me puso muy caliente. Me
imaginaba que yo era Hayase y que L era Takabe, me imaginaba que me
besaba mientras me tocaba el culo, mientras me acariciaba el coño y me
besaba el cuello. Me imaginaba a L empalmado y yo chupándole la polla,
me imaginaba a L follándome en el salón, joder, que cachonda estaba.
Estaba chorreando literalmente. Quería follarme a L.
Le comenté en clase que
había visto aquel anime Hentai y que me había gustado, se lo dije toda
roja y le hice prometerle que no se lo diría a nadie. El se rió y me lo
prometió. Me dijo que conocía otro que igual me gustaba. Yo le dije que
podíamos verlo juntos si quería, y aceptó.
Quedamos un día que
estaba sola en casa. Para sorprenderlo, pensé que le gustaría que lo
recibiera haciendo un cosplay. Decidí disfrazarme de Nami de One Piece,
que seguro que le gustaría. Yo también tengo las tetas grandes. Me costó
pero al final conseguí disfrazarme. Cuando llamó a la puerta estaba muy
nerviosa. Se quedó sorprendido cuando le abrí así la puerta, me dijo
que nunca imaginara que me gustaran tanto los animes y que nunca me
vería así vestida, y también me dijo que estaba muy guapa. Eso ultimo me
gustó, me puse roja y le dije que pasara. Le enseñe un poco la casa y
fuimos al salón.
Puse el anime en la tele
y los dos sentamos en el sofá, juntos, uno al lado del otro. El anime
me puso bastante cachonda la verdad, me recordó al otro que había visto
sola en este mismo lugar hace unos días. Abstraída de mi ser, me
teletransporté a un mundo de placer, a un mundo ideal, a un mundo en el
que solo la tentación me podría sacar de allí, y fue entonces cuando
algo me despertó de mi mundo, unos dedos estaban tocando mi coño. Al
parecer a él le puso cachondo también. Le miré con cara traviesa y mis
ojos decían, “¿a qué esperamos? El entendió el mensaje y nos besamos.
Fue un beso con mucha
pasión, los dos teníamos muchas ganas de besarnos y de lo que
presumiblemente vendría después. Mientras nos liábamos el jugaba con mi
coño, no os podéis creer lo mojada que estaba. Rápido tanteé sus
pantalones en busca de mi deseado objeto de deseo.
Rápido lo encontré, y
digo rápido porque era bastante grande, y cuando digo bastante es
bastante. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, en un segundo me acordé de
todas las historias de las pollas grandes y los coños pequeños o
vírgenes, de todas las leyendas o verdades que el mundo me había
contado. Y en ese momento sentí frío, y calor, no se muy bien cómo
explicarlo. L se dio cuenta y me preguntó si pasaba algo, y yo le dije
que pasaba algo muy gordo. Y se rio y yo evoqué una sonrisa ingenua. Le
pude haber dicho la verdad, o una mentira para eludir la realidad. Pero
me quedé callada y seguimos.
El estaba sentado en el
sofá y yo estaba de rodillas enfrente a él, masturbándolo mientras
encontraba la manera de chupar uno de esos chupa-chups gigantes que
tienen cientos de chupa-chups normales dentro, espero que sepas de lo
que hablo. Opté por sacar la lengua, lamerle la puntita, bajar y subir
por su enorme mástil y al final intenté meterme lo que me entraba en la
boca. L me decía que la chupaba muy bien. Estaba mintiendo, joder, ¡cómo
sabía que estaba mintiendo!
L me cogió de la cabeza y
me susurró al oído, “estírate preciosa”. Jamás me olvidaré de esas
palabras. Le hice caso, como Nami hace caso a su capitán y me estiré. L
se puso a mis pies, de rodillas, escupió en sus dedos e introdujo uno en
mi coño. Estaba disfrutando, estaba sintiendo su dedo viajar por los
confines mas placenteros de mi, estaba toda mojada, estaba en cielo.
De repente se paró y la
realidad me despertó del Edén. Me la estaba metiendo. En ese momento
supe lo que era el dolor. Eché un profundo grito sordo hacia mis
adentros, un grito que mi inconsciente todavía me lo está a reprochar y
del que L solo atisbó que cerraba los ojos en señal de un pequeño dolor
del que en nada se correspondía a la realidad. Me dijo “tranquila que
empiezo despacio”. Y en vez de cumplir su acometido tranquilizador volví
a sentir miedo, ya imaginarás el porqué. Me la metió 5 veces, 5 veces
contadas, 5 penetraciones que duraron una vida, 5 penetraciones peores
que cualquier película de terror. No pude aguantar más, y grité ¡Basta! Y
empecé a llorar. L intentó hablar conmigo pero yo no quería. ¡Déjame! Y
seguí llorando. L recogió sus cosas y se fue. Y yo seguía llorando. Y
así fue como perdí la virginidad, entre placer y dolor, entre el cielo y
el infierno y sobretodo, entre lágrimas.
Han pasado ya 2 años y
nunca más volví a ver a L, no volvió más por clase,.Nunca más volví a
ver un anime. Nunca más volví a ser la misma de siempre, y nunca volví a
follar hasta el día de hoy. He aprendido que tienes que tener cuidado
con lo que deseas porque puede hacerse realidad. Esta es mi historia, mi
carga, quería que la supieras porque este trauma quizá no me dejé
disfrutar más del sexo. Solo espero que la tengas pequeña cariño.”
Blog: http://relatoseroticos-elplacerprohibido.blogspot.com
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