- Darlene -
Me encanta ir por la calle mirando a la gente a los ojos. Yo soy Darlene, una señorita de 23 años. Soy de estatura normal y tengo un cuerpazo, esta mal que yo lo diga, pero es verdad. Tengo un culo perfecto, es como un imán, todos los hombres y algunas mujeres se giran para mirármelo y se quedan embobados, y también unas tetas talla 95C. Me gusta provocar, jugar con la mirada y mi sonrisa, a la gente le encanta, algunos dicen que es lo mejor de mí. Otros en cambio dicen que es mi mirada, mis ojos verdes que van a la perfección con mi pelo rojo, teñido, no lo iba a tener todo natural. No tengo novio, aún no he encontrado a nadie que me satisfaga al 100%, pero tengo varios amigos y amigas que me complacen siempre que les digo. Soy muy viciosa, bisexual y casi perfecta. Creo que soy ninfómana.
Me encanta pasear escuchando Portishead, electrónica sutil y muy sensual que sirve de perfecta
banda sonora para mis fantasías sexuales. Me gusta mirar a la gente
a los ojos y, aparte de coquetear y provocar, me imagino como es su
vida sexual. Ahora esta mirando a Carlos, si, tambien les pongo
nombre. Tendra unos 30 y tantos años, es bastante guapo y va
trajeado. Me lo imagino desnudo, sentado, y a mí de rodillas delante de
él, mirandole a los ojos mientras le masturbo con las dos manos. Lo imagino con la polla grande, seguro que
folla de puta madre con la experiencia que tiene. Estoy estirada en
la cama y él está encima mia, metiendo su enorme polla dentro de
mí. Me encanta como me folla, tiene mucha elegancia, me agarra del
cuello y dice al oído que va a ser el polvo de mi vida. Grito de placer y le digo que se corra en mi coño, da gusto
imaginarselo follar, que suerte tiene que tener su mujer. Se corre, me sonrie y
se cae encima mía. En ese momento se cruzan nuestras miradas y yo le
sonrío como dándole las gracias por el polvo. Seguro que esta noche
cuándo se masturbe pensará en mí.
Ahora veo a Blanca, con un vestido,
muy elegante. Tendrá mi edad, seguro que va a trabajar. Seguro que
es una guarra, como yo. Me la imagino en la cama atada, con Carlos y yo. Se la
está chupando a él mientras yo le como el coño. No sólo el coño,
sino las tetas, el cuello y todo su esbelto cuerpo, se nota que va al
gimnasio no como Carlos, que está un poco gordito. Se la ve disfrutar, a
veces tiene que parar de chuparle la polla por los gemidos y gritos
que pega por mi culpa. Ahora esta a 4 patas patas mientras Carlos la folla. Yo
estoy jugando con su cuerpo y sus tetas, que aunque no son más
grandes que las mías están bien. Nuestras lenguas también juegan y
al final gano yo cuando le muerdo el labio. A Blanca le gustan los
golpes en el culo, hasta dejarselo rojo y que le escupan en la boca,
¿quien se lo iba a imaginar cuando la miras por la calle,
impoluta, con ese vestido?
Ya llegué al trabajo, soy secretaria
de un importante empresario. No es ni muy guapo ni muy feo, es un poco
bajo y tiene esa sonrisa malvada en su rostro.. También me lo
imagino a él, todos los días en el trabajo. En su oficina. Con las
persianas bajadas para que nadie nos vea pecar. Me lo imagino a él
desnudándome, mientras yo le quito los pantalones. Noto su polla
dura en mi muslo mientras el me toca el culo. Después me agacho y le
cojo su polla con mis manos, no es ni mucho menos como la de Carlos,
esta es tirando a pequeña. La tiene durísima, parece que le va a
explotar la vena. La acaricio y me la llevo a la boca. Me encanta
chupar y la verdad es que lo hago bastante bien, debe ser la
experiencia. No llevo ni un minuto chupando cuando noto toda su leche
llegando a mi garganta, después de un leve espasmo.
Esta última fantasía está basada en
hechos reales. Una noche de trabajo extra, tras un par de
tragos. Después de esa noche no se me volvió a insinuar jamás. Más
que una fantasía es un fantasma que me persigue cuando entro al
trabajo. Es lo malo de cuando te “acuestas” con alguien, que ya
no hay más fantasias, sino recuerdos. Por eso me gusta salir a la
calle a algo más que capturar pokemons. Al final si que voy a ser
ninfómana. Una ninfómana muy cachonda.
*Este relato está inspirado en una canción de Nacho Vegas (Actores poco memorables)
*Este relato está inspirado en una canción de Nacho Vegas (Actores poco memorables)
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